India es todo lo que te imaginas, lo que has visto en documentales y películas, pero también es todo lo que jamás puedas imaginar. Es un destino sobre el cual algunos juran jamás volver y otros, como yo, sienten que se trata del mejor destino al que podrían haber viajado. Estés en el primer o segundo grupo, nadie podrá transmitirte la experiencia, ni con fotos ni con palabras. No hay palabras que logren capturar su escencia, lo mejor es que lo vivas.

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 CÓMO LLEGAR 

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En avión:

Existen varios aeropuertos internacionales pero seguramente tu vuelo llegue a Delhi, al norte del país. Para salir del aeropuerto la mejor opción para evitar pagar de más es tomar un pre-paid taxi (pagarlo por anticipado según trayecto) gestionados por la policia. Los verás fácilmente en unas ventanillas a la salida.

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Si viajas desde otros países del Sudeste Asiático, busca compañias low-cost, un vuelo desde Tailandia ronda los USD 250 mientras que un vuelo en Emirates desde Buenos Aires a Delhi puede costar unos USD 1200.

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Por tierra:

Si decides entrar por tierra a la India, los cruces más sencillos son desde Nepal y Bangladesh.

Desde Pakistán, existe un servicio de tren desde la ciudad de Lahore que llega a la ciudad india de Amritsar o buses desde Lahore a Delhi. También es posible comprar un boleto desde Estambul para cruzar así desde Turquía hasta India pasando por Irán y Pakistán. El inconveniente es que cuando la frontera con Pakistán está cerrada (por conflictos entre ambos países), debes tomar un vuelo para cumplir el último trayecto. 

En esta página puedes ver información de servicios de buses internacionales hacia y desde India.

El resto de las fronteras (China, Bután y Myanmar) está cerrada a turistas.

 PRESUPUESTO 

Alojamiento: el costo del alojamiento no debe preocuparte tanto como las condiciones. Si eres de los que no le hace asco a nada, seguro encontrarás donde pasar la noche por USD 2. Tal vez debas recurrir al viejo truco de poner la toalla entre tu cara y la almohada. Si buscas en páginas de reservas, los precios empezarán en los USD 7, sigue siendo barato claro, pero ya sabes que podrías ahorrar más. Si el presupuesto no es un problema, por unos pocos dólares más ya empezarás a encontrar bonitos sitios. Una buena opción comprar tickets de tren nocturnos para ahorrar una noche de alojamiento. 

Comida: cuanto más te animes a probar comida local y más parecido sea a lo que comen ellos más barato será. Puedes encontrar menúes vegetarianos (recuerda que aquí no se come carne de vaca) por USD 1 o USD 2. Para los que no quieran abusar del picante, dependiendo de las ciudades encontrarás los clásicos restaurantes de comida rápida como Subway, McDonalds, KFC donde comer por menos de 300 rupias (unos USD 5). Aunque no parezca, la McChicken pica un poco y la McSpicy te deja sacando fuego como un dragón. 

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Transporte: tanto para recorrer distancias cortas en tuk tuk por Delhi o viajar entre ciudades y regiones, la oferta es amplia. Casi todo el país queda cubierto con trenes, buses y jeeps y los precios son muy accesibles. Para que tengas una idea, un viaje en tren en clase sleeper desde Delhi a Agra (donde está el Taj Mahal) sale unos USD3 y a Varanasi (para visitar el Ganges) unos USD5. 

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Entradas: aunque todo lo que hagas y veas en India te sorprenderá, algunos de sus mayores atractivos requieren una entrada. El sitio más esperado por todos, el Taj Mahal cuesta INR 1000 (USD 15 aprox) y se puede comprar la entrada por internet (recuerda que está cerrado los viernes). También en Agra, la entrada al Fuerte Rojo sale 550. Para la fortaleza de Amber en Jaipur la entrada cuesta 200 rupias, si vas a subir no lo hagas en elefante, no contribuyas con el maltrato animal. Otros sitios como el Templo de las ratas, Jama Masjid (la mezquita más grande de India), el Templo del Loto y el Templo de Ranakpur son gratuitos.