Cartagena de Indias, o simplemente Cartagena, es uno de los lugares más bonitos que he visitado últimamente. Pero cuando digo bonito, es realmente muy bonito.
Después de diez minutos en la ciudad me sentía como una niña a punto de visitar una tienda de juguetes y golosinas.
Andar por las calles del barrio Getsemaní fue como volver a perderme en esas callecitas encantadas de mi adorado Sudeste Asiático, casi como recorrer los pasillos de Phi Phi en Tailandia pero ahora, en lugar de puestos y tienditas de snorkel, la magia la creaban las paredes de colores y los floridos balcones de las casas.
Los lectores de García Márquez encontrarán la escenografía perfecta para aquellos fragmentos de sus novelas que vendrán a la mente con cada paso por la ciudad amurallada.
Para los que amamos esos detalles que hacen únicos a los destinos he preparado un resumen de todo lo que se puede hacer en Cartagena sin tener que gastar mucho dinero.
GETSEMANI
El barrio Getsemaní, uno de los más tradicionales de Cartagena, era el lugar de los esclavos en la época colonial. Hoy en día sus angostas callecitas combinan casas modestas con posadas modernas, vecinos humildes con mochileros europeos y familias de brasileros adinerados. Se caracteriza por la mezcla de cultura y colores. Una tras otra las casitas lucen vivos anaranjados, verdes y amarillos que acompañan los colores de las flores en sus ventanas y balcones de madera. Al fondo, cumbia y vallenato, al frente, vendedores de palta, rondas de ajedrez y niños descalzos.
RECORRER LA CIUDAD AMURALLADA
A pocas cuadras de Getsemaní se ubica el centro histórico donde abundan las plazas y vendedores de sombreros. Se le conoce con este nombre pues queda dentro de las murallas construidas por el Rey Felipe II que sirvieron de defensa desde el siglo XVII. Allí se puede andar por horas sin gastar ni un peso, visitando la Plaza de la Aduana, la Plaza de los Coches, la Plaza Santo Domingo, la Torre del Reloj, la Catedral, la Iglesia de San Pedro Claver y muchos sitios más. Es como volver en el tiempo a la época colonial. Aquí todo está mantenido y la preparación para el turismo es brutal. Abundan las opciones gastronómicas y las tiendas. La Ciudad Amurallada ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
MUSEO DEL CACAO
Aunque pequeño, el museo del cacao o Choco Museo, abre sus puertas en forma gratuita a los visitantes de Cartagena para que conozcan el proceso del chocolate desde su origen en la planta hasta el producto final. Personal del lugar explica y muestra las herramientas que se usan, se puede degustar distintos sabores y por supuesto también comprar.
SEGUIR UNA COREO
Las noches se llenan de ritmo en la Plaza de la Santísima Trinidad, animadores usan la tarima de hormigón al lado de la iglesia para usar como escenario de sus bailes. De a poco la gente se anima y toda la plaza se une a seguir los movimientos de estos talentosos bailarines. Cuando no están los animadores, grupos de artistas callejeros suben el volumen de sus equipos para demostar sus destrezas de baile y acrobacia.
PROBAR COMIDA TÍPICA
A toda hora vendedores ambulantes con carritos o puestos instalados ofrecen bocados colombianos imperdibles. Los hay para todos los gustos, dulces, salados, fríos o calientes: arepas, patacones, pinchos, empanadas, frutas, cocadas. Aunque los hay más caros, de todo se puede conseguir por menos de tres mil pesos colombianos (menos de un 1 dolar).
REFRESCARSE CON JUGO DE LIMA
El calor es una constante en esta ciudad caribeña, el agua y los jugos de fruta serán tus aliados. Mi preferido fue el de lima, pero los hay de varias frutas tropicales, como el tamarindo, el tomate de árbol o el lulo. Aunque los precios pueden variar según el vendedor y la zona, nunca pagué más de 1 dolar por un vaso de jugo.
RECORRER LOS MERCADOS
Bajo la sombra de los corredores coloniales de la Plaza de los Coches se pueden encontrar tiendas de recuerdos, joyas, bares y miles de bocaditos dulces (a los que parece que el calor no les afecta). Los mercados y ferias siempre son una excelente opción para el contacto con la cultura local.
VER UN BAILE COLOMBIANO
Por la noche, la Plaza de Bolivar es escenario de varios grupos que bailan y tocan música típica colombiana con sus trajes tradicionales. Puedes simplemente parar a mirarlos pero si puedes colaborar con al menos unas monedas, te lo agradecerán.
TOCAR LOS PECHOS DE LA GERTRUDIS DE BOTERO
Fernando Botero es un escultor y pintor colombiano reconocido a nivel mundial por sus disntinguidas obras. Una pieza de Botero es muy fácil de reconocer, si es gordo es de Botero, sea una pintura de personas o una escultura de aniamles, Botero los representa con unos cuantos kilos de más. En la espectacular Plaza de Santo Domingo, el artisita deja su huella con una escultura de más de 600 kilos llamada Gertrudis cuyos pechos, según dice una leyenda urbana, dan suerte en el amor a quien se atreva a tocarlos. Al parecer, muchos son los que creen en esta leyenda pues a la pobre Gertrudis ya le han quedado los pechos más brillantes que el resto de su cuerpo.
MUSEO DEL ORO
Con entrada gratuita, el museo del oro guarda un verdadero testimonio de la cultura Zenú (indígenas). Nosotros pasamos a la noche por lo que no pudimos entrar a visitarlo.
TOMAR UNA FOTO AL TEATRO HEREDIA
El Teatro Heredia, cuyo nombre es en realdiad Teatro Adolfo Mejía, sorprende con su fachada remodelada e impecable. Visitarlo a la noche, mientras se ven pasar carros de caballos y los faroles están encendidos es como transportarse a la época colonial.
VISITAR LAS PLAYAS DE BOCAGRANDE
Aunque el verdadero Caribe, lo que se dice Caribe de agua transparente, ni se asome por la ciudad de Cartagena, tampoco es para dejar de pasear por el barrio y las playas de Bocagrande. Hay quienes le dicen la Miami de Colombia. Yo no conozco Miami, pero les puedo decir que a Bocagrande le dedicamos tan solo una noche y unas pocas horas de día porque, la verdad, no se siente Cartagena. Todo lo que era alegría y color aquí son rascacielos blancos y grises. Pero ya que caminar es gratis, al menos para conocerlo y formar tu propia opinión, puedes darle una recorrida a la calle Carrera 2, la principal de este barrio.
Seguramente me he olvidado de algo y la lista puede seguir, así que si tienes cubierto pasaje y alojamiento, no hay excusas para disfrutar de una hermosa Cartagena.