Como si las primeras horas por el centro de Copenhague no hubiesen sido ya suficientes para adorar este destino, tomar el tren y llegar al pueblo de Farum también tuvo su encanto.
Los trenes estaban impecables, los asientos tenían un tapizado como de un terciopelo azul que parecía recién colocado y la organización para las bicicletas ya demostraba que Dinamarca había ido un paso más allá en la eficiencia y el progreso.
![Tren a Farum](https://static.wixstatic.com/media/246228_b5eace18a5604c0da0cb3d12f71aeb8b~mv2_d_3700_2775_s_4_2.jpg/v1/fill/w_740,h_555,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_b5eace18a5604c0da0cb3d12f71aeb8b~mv2_d_3700_2775_s_4_2.jpg)
Al llegar a la estación del campestre pueblo de Farum, el dueño de la cabaña nos esperaba en su auto particular, tal como se había ofrecido a hacerlo. Un intelectual hombre de unos 60 años, que denostaba cultura y dominaba el danés, alemán, portugués e inglés.
Llegamos, nos mostró la cabaña y todo el equipamiento a nuestra disposición. El olor a madera nueva y la prolijidad de aquel estudio fueron la frutilla de la torta de aquella primera noche en Dinamarca.
Nos despertamos con el insistente canto de un gallo viejo y unos rayitos de sol que intentaban colarse en la habitación. Asomar la cabeza por la ventana y ver todo aquel verde fue un empujón para salir de la cama y empezar a disfrutar de un sensacional día de sol. Farum me recordó mucho a Nueva Zelanda y eso, para mí, ya lo convertía en especial.
![Farum](https://static.wixstatic.com/media/246228_07fadb53d3bd4641bea6fc52c770f237~mv2.jpg/v1/fill/w_740,h_555,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_07fadb53d3bd4641bea6fc52c770f237~mv2.jpg)
Con intención de tomar un bus que nos acercara a la estación central de Farum emprendimos una caminata por el borde de la carretera. Pasaron algunos autos pero lo más visto es nuevamente la bicicleta. Con ayuda del Google Maps llegamos a una parada y de ahí tomamos el bus 334 a Farum Station. Ver cómo el conductor nos daba el cambio con un ingenioso aparato fue como sentir que una máquina del tiempo nos había empujado al año 2050.
Estamos en Farum Station, tomamos el tren A a la estación de Nørreport donde comenzaría el itinerario del segundo día.
![Torvehallerne](https://static.wixstatic.com/media/246228_bb8bbaaa68f54da08a70175bc5d64945~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_bb8bbaaa68f54da08a70175bc5d64945~mv2.jpg)
Cada vez con más fanatismo, un mercado o una feria gastronómica buscan hacerse un lugar especial en nuestra agenda viajera y así empezamos desayunando en el imperdible Torvehallerne, el mercado de comida más grande de la ciudad que acoge a más de cincuenta mil visitantes por semana. Aunque la comida había sido más rica de verla que de comerla, el mercado es espectacular. Allí puedes encontrar desde fruta de estación y pescado fresco hasta delicatessens y productos exóticos nacionales o importados. Fue una gran idea para confundirnos con los locales y ver de cerca sus costumbres.
![Torvehallerne](https://static.wixstatic.com/media/246228_135d0dbfae1641138583b8fba3c86262~mv2_d_3588_2691_s_4_2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_135d0dbfae1641138583b8fba3c86262~mv2_d_3588_2691_s_4_2.jpg)
![Torvehallerne](https://static.wixstatic.com/media/246228_3d194df2e14f40aea26a719cce84c8f5~mv2_d_4032_3024_s_4_2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_3d194df2e14f40aea26a719cce84c8f5~mv2_d_4032_3024_s_4_2.jpg)
![Torvehallerne](https://static.wixstatic.com/media/246228_77eb3480c54b4914bf702b6df6a6394c~mv2_d_4032_3024_s_4_2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_77eb3480c54b4914bf702b6df6a6394c~mv2_d_4032_3024_s_4_2.jpg)
Continuamos camino a la Torre Redonda, un observatorio astronómico de más de 375 años desde cuyo mirador se pueden disfrutar vistas panorámicas de la ciudad. La torre forma parte de un complejo llamado Trinitatis Complex que, por iniciativa del rey Christian IV, se completa con una biblioteca y una iglesia para los estudiantes universitarios. Tanto su cima y su exterior como su arquitectura interior la vuelven un atractivo principal en Copenhague, una rampa empedrada de más de 200 metros de largo que gira en espiral hasta la parte más alta.
![Torre Redonda](https://static.wixstatic.com/media/246228_7d398bf0da044159b150c0e45e3c582c~mv2_d_4032_3024_s_4_2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_7d398bf0da044159b150c0e45e3c582c~mv2_d_4032_3024_s_4_2.jpg)
Cumpliendo una cuota de historia de unos cuantos siglos atrás, es ahora momento de uno de los puntos más interesantes del viaje, mezcla de historia contemporánea y leyendas urbanas: la ciudad libre de Christiania.
Christiania es un barrio, una comunidad que se autoproclama independiente de Dinamarca y cuya filosofía de vida parece asemejarse a la de los hippies. Aunque dentro se mezclan habitantes, otros locales y turistas, la comunidad se ha hecho tan popular entre estos últimos que no hay extranjero que no quiera visitarla.
![Christiania](https://static.wixstatic.com/media/246228_e9b6416f35564ce4adb67cd33a28d1e7~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_e9b6416f35564ce4adb67cd33a28d1e7~mv2.jpg)
Christiania resulta interesante como concepto en sí y como una gran exposición de arte urbano al aire libre, tal vez el mayor atractivo para el turista es ver la venta y consumo de marihuana y hachís, sobre todo en un país donde no es legal. Además de esto, los precios en los bares de Christiania son mucho más bajos que en el centro de la ciudad.
![Pusher Street](https://static.wixstatic.com/media/246228_6a95ebeeed154184b4f500e709f4d66a~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_654,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_6a95ebeeed154184b4f500e709f4d66a~mv2.jpg)
Aunque algunos puedan cruzarse alguna vez con algún operativo policial que pretenda incautar algo de verde, el ambiente en Christiania es tranquilo y no es extraño ver familias y excursiones dentro.
El calor y el hambre están pasando factura, nos vamos para Copenhagen Street Food, un gran mercado cubierto dedicado a comida callejera que ofrece cientos de opciones de comida internacional. Instalado en lo que una vez fuera un almacén de depósito de papel, el mercado fue inaugurado en la primavera de 2014. Visitarlo es un espectáculo para el paladar y para los ojos. En la parte exterior, a orillas del río, la gente comparte mesas largas y toma el sol en reposeras de tela.
![Food Street](https://static.wixstatic.com/media/246228_bc457f16c51b40dea115906285ac20b6~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_bc457f16c51b40dea115906285ac20b6~mv2.jpg)
![Food Street](https://static.wixstatic.com/media/246228_a8ab4503fa9647c7b5b0c56516477eb2~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_a8ab4503fa9647c7b5b0c56516477eb2~mv2.jpg)
![Food Street](https://static.wixstatic.com/media/246228_3c45cc4cecaf4365a9da5f0cfae63986~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/246228_3c45cc4cecaf4365a9da5f0cfae63986~mv2.jpg)
Ahora sí, barriga llena y corazón contento seguimos nuestro recorrido, aunque tal vez no fue buena idea comer tanto antes de ir rumbo al Tivoli, uno de los parques de diversiones más antiguos del mundo. Pero sobre esto les contaré el próximo jueves.
¿Qué les ha parecido Copenhague hasta ahora?